Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2011

¿Hombres exitosos?

Imagen
¿Hombres exitosos? Me llego un correo de una revista “cristiana” (supongo yo por el título) y no pude evitar leer la portada y el titulo de la misma: “HOMBRES EXITOSOS” y me llamó mas la atención las fotografías de las personas a las que hacía alusión el titulo. Ya que en lo personal creo que el “éxito” no se mide en términos humanos o terrenales, para eso se encargan revistas como FORBES, EXPANSION, FORTUNE y todo ese tipo de magazines seculares en donde se mide el éxito por los logros, la fortuna, ganancias, proyección, expansión de negocios, audacia, etc. (al menos no dentro de la Iglesia) y si hablamos de este “éxito” entonces podríamos decir que personajes como : “Enoc, Noé, José el soñador, Juan el Bautista, el profeta Isaías, Jeremías, los profetas menores, Ezequiel, Moisés, Pablo el apóstol, los apóstoles del Señor, y el mismo Señor Jesucristo (por citar solo a algunos) no podría encajar en esa lista. El diccionario de la real academia española define la palabra “éxito” de est

Un vaso nuevo...

Imagen
“Yo quiero ser, Señor amante Como el barro en las manos del alfarero Toma mi vida, y hazla de nuevo Yo quiero ser, yo quiero ser Un vaso nuevo” Esta es la letra de una de las canciones que entonábamos cuando era un niño. No sé quien fue el autor pero lo que si se es que encierran una gran verdad. La gran necesidad de ser cada día transformados y renovados. Tal parece que el día de hoy esto se ha terminado en la iglesia. Las oraciones son pretensiosas y llenas de orgullo, cargadas de vanidad y de autocomplacencia, “dame, dame, dame” pero no de tu presencia, de tu humildad, de tu carácter, de humillación, de muerte al yo. ¡Nada de eso! como dice Santiago en su epístola: Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. Santiago 4:3. El poder ser un vaso frágil de barro que cada día pueda ser moldeada a su imagen. A menos que cada día podamos ver nuestra condición y necesidad de su presencia, es que podemos llegar a ser vasos útiles. ¿Cuánto anhelamos realmente esto