¡YO QUIERO EL YUGO DE CRISTO!
Mateo 11:25-30 En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, que hayas escondido esto de los sabios y de los entendidos, y lo hayas revelado a los niños. :26 Sí, Padre, porque así agradó en tus ojos. :27 Todas las cosas me son entregadas de mi Padre; y nadie conoció al Hijo, sino el Padre; ni al Padre conoció alguno, sino el Hijo, y [aquel] a quien el Hijo lo quisiere revelar. :28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar. :29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. :30 Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. Cuando leemos este pasaje inmediatamente se nos vienen una infinidad de conceptos e ideas sobre el mismo. Creemos que esta declaración del buen Maestro y Señor está de alguna manera relacionada con las necesidades de la gente de nuestra época. Hemos utilizado esta escritura