El lado obscuro del corazón



Quien no ha pasado por experiencias de abandono  en donde las personas que se decían tus amigos o hermanos en la fe con los cuales pensabas que tenias una relación estable y firme, un día simplemente se marcharon sin un motivo “aparente”  para después enterarte por terceras personas de sus razones y escuchar cosas terribles e inimaginables de lo que motivó su separación sin jamás haber escuchado de sus propios labios esas observaciones.

Quien no se ha sentido engañado. Todos de una manera u otra. Y si a esto le agregas un ingrediente. Que esto te suceda con tu propia familia. Hermanos, papás, primos, tíos, etc…la cosa esta todavía peor. 

No deberíamos de espantarnos o de frustrarnos. En realidad la palabra de Dios es muy clara en cuanto a este tema. El problema del hombre siempre será el corazón.
Desafortunada y afortunadamente  nosotros solo vemos el exterior y no el interior.  Dice la palabra en Jeremías 17: 9-10

Jeremías 17: 9
Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá
10: Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.

NTV. Nueva traducción viviente

Jeremías 17:9
 »El corazón humano es lo más engañoso que hay, y extremadamente perverso. ¿Quién realmente sabe qué tan malo es?
10: Pero yo, el SEÑOR, investigo todos los corazones y examino las intenciones secretas. A todos les doy la debida recompensa, según lo merecen sus acciones».


Es un hecho de que el corazón del hombre, aún cuando ha sido transformado y lavado por el Señor, sigue siendo perverso y engañoso. Esto nos debería de animar a saber que estamos expuestos a este tipo de situaciones de engaño y que nosotros también muchas veces hemos actuado de esa manera.

¿Esto significa que esta actitud está justificada? ¡no! ¡de ninguna manera! De hecho la Biblia nos enseña que debemos de confiar no en nuestro corazón sino en el Señor y que lo que muchas veces “parece” bueno y correcto en realidad es malo e incorrecto. De esto habló el Señor Jesús a los fariseos:

Lucas 16:15 
Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.

La historia de cómo David fue ungido es una muestra de esto y de como el Señor tuvo que enseñarle al profeta Samuel como no dejarse llevar por las apariencias.

1 Samuel 16:7 
Pero el SEÑOR le dijo a Samuel: —No juzgues por su apariencia o por su estatura, porque yo lo he rechazado. El SEÑOR no ve las cosas de la manera en que tú las ves. La gente juzga por las apariencias, pero el SEÑOR mira el corazón.

En su comentario bíblico Jamieson Fausset Brown dice lo siguiente sobre la escritura de Jeremías:

engañoso—de una raíz que significa “el que suplanta”, “el que echa la zancadilla”, por cuyo acto recibió Jacob su nombre (Oseas 12:3). Al decir de los judíos que son engañosos de corazón, el profeta usa con mucha propiedad un término que alude a su antepasado, cuyo engañoso proceder, no su fe, imitaban. Su “suplantación” la realizó con la mira de obtener la bendición de Jehová. Abandonan a Jehová para “confiar en el hombre” (v. 5), y luego creen que engañan a Dios, como si escapase a su conocimiento que es en el hombre y no en él en quien confían.

perverso—“incurable” “frágil”  “débil” “malvado” “deplorable” “enfermo” “incurable” (Miqueas 1:9). Confiar en el propio corazón es tan necio como confiar en el prójimo (Pro 28:26).

Esa era la razón por la cual el Señor siendo Dios  no confiaba en el hombre.

Juan 2:23 
Debido a las señales milagrosas que Jesús hizo en Jerusalén durante la celebración de la Pascua, muchos comenzaron a confiar en él.
24: Pero Jesús no confiaba en ellos porque conocía la naturaleza humana.
25:  No hacía falta que nadie le dijera cómo es el ser humano.

Recordemos que el Señor en carne propia vivió la traición y el engaño de uno de sus discípulos y  aunque esto no lo tomo por sorpresa (el ya sabía quien lo iba a entregar) nos deja una lección muy importante.

Finalmente. A   todo esto, nos preguntamos si existe alguna cura o forma de evitar vivir de esta manera y la respuesta es "si" y "no" . De hecho la palabra nos da la respuesta. Esto lo veremos en la siguiente entrega.



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