NO DESEMPAQUES TUS MALETAS

La Biblia dice que somos peregrinos y extranjeros. Esto no lo dice en una forma poética, el apóstol Pedro lo menciona haciendo una comparación con los peregrinos y los extranjeros. Lo interesante de esta analogía es que tanto el PEREGRINO COMO EL EXTRANJERO saben que van de paso y que su hogar no es en donde se encuentran. Ninguno de los dos tiene su mirada puesta en comprar una casa o incluso asentarse en el lugar. De la misma manera nosotros debemos de hacernos de este mismo pensamiento, entendiendo que nuestro verdadero hogar no es este planeta, no es el lugar en donde actualmente vivo. Es el cielo mismo donde está Cristo. Dios no nos salvo para que estemos viviendo como turista tampoco. Despreocupados y sin metas. Tenemos un objetivo claro y debemos de perseverar y seguir adelante cada día como lo dice Hebreos 12: 1-3

“Por lo tanto, ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la vida de fe, quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante. Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe. Debido al gozo que le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que esta representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto al trono de Dios. Piensen en toda la hostilidad que soportó por parte de pecadores, así no se cansarán ni se darán por vencidos.”

‭‭Hebreos‬ ‭12:1-3‬ ‭NTV‬‬