"El cristiano genuino es un alma solitaria"

El cristiano genuino nota que de hecho es un alma solitaria en medio de un mundo que no le permite compañerismo. Sostengo que si un cristiano se deprime y se permite llorar, no debe sentir que está débil. Esta es una soledad normal en medio de un mundo que lo desconoce.

¡Tiene que ser solitario ! Aquellos a quienes Pedro escribió fueron extraños en muchas formas, la primera de todas es porque eran judíos. Los judíos fueron dispersados entre los romanos y nunca pudieron aceptar e inclinarse a las formas romanas. Ellos aprendieron la lengua griega en el mundo de su día, pero nunca pudieron aprender las formas romanas. Fueron judíos, gente aparte, tal como lo son en la actualidad.

Además de esto, ellos se habían vuelto cristianos creyentes así que ya no solo eran judíos. Su sentido de extranjeros del mundo que los rodeaba había aumentado y duplicado. No solo fueron judíos –no se parecían a los griegos que les rodeaban- sino que eran cristianos, ¡no se parecían a los judíos ni se parecían a los gentiles! Esta es la razón por la que es fácilmente un creyente cristiano es la persona más solitaria del mundo bajo este conjunto de circunstancias.

Este sentido de no pertenencia es parte de nuestra herencia cristiana. el sentido de pertenencia en otro mundo y no pertenecer a este, roba en el pecho del cristiano y le marca como un ser diferente del pueblo que le rodea. Muchos de nuestros himnos han nacido de esta soledad, y del sentido de otra y más alta ciudadanía.

Ciudadanía en el cieloEsto es exactamente lo que mantiene a los cristianos separados, saber que su ciudadanía no es en la tierra sino arriba en el cielo, y el esperar que el salvador venga. ¿Quién hay que no vea con gran seriedad la venida del señor Jesús y que se sienta una persona sola en medio de un mundo solitario? Pedro amó al Señor Jesucristo y en su carta a los creyentes en sufrimiento claramente revela que cambios grandes y dramáticos han venido en su vida. Se ha vuelto estable, sólido, serio y un siervo dependiente de Cristo. Ahora puede ver que el sufrimiento por Cristo es un privilegio de la vida cristiana y prepara a sus hermanos y hermanas para el futuro con su consejo: “queridos amigos, no sean sorprendidos por el dolor que sufren, sino regocíjense que están participando del sufrimiento de Cristo” (1Pedro 4.12-13)

Compañeros creyentes, esta es la misma clase de mundo en el cual vivimos en el siglo xx. ¡Haríamos bien en dejar que el apóstol Pedro nos hable!. No importa quién es, ni su educación, puede leer la primer epístola de Pedro y entenderla razonablemente bien y decirse a sí mismo, “El Espíritu santo me está diciendo esto a mi”.

No hay nada fechado en el libro de Dios. Cuando voy a mi biblia, encuentro datos, no fechas. Esto significa que encuentro el sentido y sentimiento que todo allí me pertenece. No hay nada aquí que obviamente sea para otra época, otra ocasión, otra gente.

Muchos otros volúmenes y muchos otros libros de historia fluyen apasionadamente de las mentes de hombres en situaciones locales pero pronto nos aburrimos de ellas. A menos que estemos haciendo una investigación, no nos importa mucho lo obsoleto, algo que le perteneció a otros en otra época.

Pero cuando El Espíritu Santo escribió las epístolas, a través de Pedro, Pablo y los demás, el las escribió y las señaló a ciertas personas y entonces las hizo universalmente aplicables a cada cristiano que las lea hoy en cualquier parte del mundo, en algún lenguaje o dialecto, olvidando que fueron escritos a alguien más y decir, “esto fue señalado para mí. El espíritu Santo me tenía en mente. No es anticuado ni obsoleto. Es la verdad viva para mí- ¡ahora! es justo como pensar que Dios ha escuchado mi problema y me está hablando para ayudarme y encomiarme en el tiempo de mi angustia”.

Hermano, esta es la razón por la que la biblia permanece siempre joven. es porque la palabra del Señor Dios es tan fresca como cada nuevo amanecer, tan dulce y graciosamente fresco como el rocío en el pasto en la mañana después de una noche clara, porque es la palabra de Dios y no del hombre.

¡Esta es la maravilla de la inspiración divina y la maravilla del libro de Dios!

TOMADO DEL LIBRO "LO LLAMO HEREJÍA" POR A.W TOZER.