Los Vicios (Peligros) del Ministro 2 PARTE




LOS VICIOS (PELIGROS) DEL MINISTRO (2 Parte)
Esta es la continuación y para poder entender el contexto de este artículo es muy importante que lea la 1 parte.

El vicio del "mamonismo"
"Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de
muchos dolores" (1 Tim. 6:9-10). Jesús advirtió que no podemos "servir a Dios y a las riquezas." (Mat. 6:24). Mamón es la adoración a las riquezas.
El problema no es el dinero en sí; el peligro es el amor al dinero. En el versículo 10 el apóstol cita un proverbio secular que dice: "El amor al dinero es la metrópolis [o el mundo] de todo mal". Aun cuando haya alguna diferencia de opinión en cuanto a si el versículo debe o no leerse "una raíz" o "la raíz de toda clase de mal," esto es indiferente. Hay otras raíces o fuentes del mal además del amor al dinero, como la amargura (ver Heb. 12:15), el deseo (Sant. 1:15) y la falta de perdón (Ef 4:30-32), mas el amor al dinero en verdad es "una raíz de toda clase de mal" (v, 10). Debemos recordar que en la parábola de Natán, el amor al dinero fue la causa para que el hombre que tenía muchas ovejas y vacas le robara al pobre su única corderita (2 Sam. 12:1-7). También fue la causa para que aquel joven principal se alejara de Cristo (ver Luc. 18:23), y también hizo que el rico insensato se engañara pensando que todo iba bien cuando, de hecho, estaba al borde del infierno (ver Luc. 12:16-20). Y tal vez 10 más triste fue cuando el amor al dinero hizo que Ananías y Safira mintieran al Espíritu Santo y causaran gran aflicción a la iglesia primitiva en Jerusalén (ver Hech. 5:1-11). El deseo de dinero ha sido la causa de innumerables fraudes, de matrimonios por conveniencia, de divorcios vergonzosos y de ministerios arruinados.

Si los predicadores no se extravían teológica o moralmente, a menudo hacen naufragar sus ministerios contra las rocas de las ganancias materiales.
Es triste tener que decir (y sin embargo, es verdaderamente incuestionable) que nuestro mundo religioso está infiltrado de predicadores y evangelistas que no son más que violadores financieros. Ya sean permanentes o itinerantes en sus ministerios, siempre van tras el dinero, y no solo están destruyendo la obra del Señor, sino que también están deshonrando su nombre.
Es importante notar cómo se desarrolla este vicio del "mamonismo". El "mamonismo" comienza con un cebo. "Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo" (v, 9). Hay algo atractivo en ser rico, y los hombres del clero no son inmunes. De hecho, muchos de ellos predican un "evangelio de salud y riqueza" por esta misma razón.
Estuvimos una vez en las Filipinas en una serie de reuniones. Después de visitar unas áreas afligidas por la pobreza en una de las islas, nos llevaron a un hotel. Nos sentíamos avergonzados de estar en la relativa comodidad de una habitación con televisión. Quedamos aún más conmocionados cuando encendimos el televisor y oímos a un evangelista de los
Estados Unidos que hablaba a sus televidentes de los Cádillacs que él tenía y cómo el Señor se los había provisto. Allí estaba, con su traje "sicodélico", sus brillantes zapatos y una flor roja pegada a su solapa, diciendo a la gente que si ellos confiaban en Dios podrían a ser tan ricos como era él. Más tarde fuimos entrevistados por la prensa. La primera pregunta fue si nosotros
predicábamos el "evangelio de salud y riqueza". ¡Nuestra respuesta fue un resonante no! Afirmamos que nosotros seguíamos a un Cristo que nació en un pesebre, que durante su ministerio itinerante no tuvo un lugar donde reposar su cabeza, que fue crucificado y que fue sepultado en una tumba prestada: un Cristo que retó a sus seguidores a negarse a sí mismos,
tomar la cruz, y seguirlo. ¡Tengan cuidado del cebo de mamón!

El ''mamonismo'' conduce a deseos deshonestos. La Palabra dice: "Porque los que quieren enriquecerse caen en... muchas codicias necias y engañosas"
(1 Tim. 6:9). La palabra codicia sugiere la pasión insaciable que no se detiene ante nada. Afecta no solo a individuos, sino también a organizaciones religiosas.


CONTINUARÁ...

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