La crisis en la Iglesia 3 parte
Para entender un poco lo que
fue el sofismo y cuál era su objetivo les presento un pequeño resumen.
"Los sofistas los primeros hombres
de Grecia que comenzaron a enseñar el arte del discurso"
La democracia ateniense era una democracia directa, no representativa
(como las actuales); es decir, todos los ciudadanos tenían la posibilidad de
participar directamente en las decisiones públicas, a través de las frecuentes
asambleas populares y tribunales públicos convocados. En estas intervenciones
públicas, la posibilidad de hacer prevalecer las propias tesis dependía única y
exclusivamente de la capacidad
expresiva, retórica.
Y aquí intervinieron los sofistas:
su principal función (función que realizaban en forma de profesores ambulantes
y cobrando un sueldo) consistía en
enseñar un nuevo arte: la erístico (de cris,
lucha), concebida como el arte de
persuadir y argumentar en forma dialéctica; la erística era un procedimiento
retórico, discursivo, que enseñaba la capacidad de sostener indiferentemente el
pro y el contra de cualquier tesis, sin preocuparse de la verdad o la falsedad
de lo defendido. Aunque los sofistas explicaban sus técnicas y
procedimientos a todo aquel que tuviera dinero para pagarlo, su objetivo
pedagógico primario no era tanto formar al pueblo como educar a los que debían
ser caudillos de ese pueblo.
Para conseguir sus objetivos, los
sofistas se dedicaron a estudiar profundamente toda una serie de cuestiones
gramaticales y lingüísticas. El lenguaje adquirió con ellos el carácter de
instrumento, Enseñaron a los jóvenes atenienses a considerarlo como si fuese un
arma, con un objetivo casi agresivo, que consistía en la mayoría de los casos
en convencer a los demás para ocupar uno mismo puestos sociales de
responsabilidad.
En política, los sofistas fueron los
fundadores de la demagogia (conducción del pueblo) y la psicagogia
(conducción de almas); en teoría del conocimiento fueron los fundadores del
escepticismo (doctrina que niega la
posibilidad del conocimiento).
Con los sofistas, el hombre y las cosas humanas pasaron al primer plano de la
problemática filosófica. Eran humanistas; creían que el único saber que merece
realmente tal nombre es el saber práctico, útil para el hombre. Desde esta
perspectiva, rechazaban la filosofía de la naturaleza de los primeros
presocráticos.
A partir de sus críticas, los sofistas
fundaron el subjetivismo o relativismo («la verdad de la cosa conocida es
relativa al sujeto que la conoce»). Este relativismo subjetivista lo expresó
perfectamente Protágoras (480-410 a. de C.): «El hombre es
la medida de todas las cosas».
Los sofistas fueron individuos
cosmopolitas, apátridas, que viajaron frecuentemente por todo el mundo
conocido. En este continuo viajar conocieron grandes cantidades de pueblos,
lenguas, costumbres y leyes, lo que los llevó a rechazar de que la idea de que
la ley de los hombres era como la ley de la naturaleza, algo eterno, inmutable
y universalmente válido.
Los
sofistas llegan a Corinto.
Habiendo entendido este contexto
podremos entender las palabras de Pablo a los Corintios en su primera carta ya
que la influencia de estos hombres estaba inundando el pensamiento de la
Iglesia cristiana.
1 Corintios
1:10 -17
Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de
nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre
vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y
en un mismo parecer.
:11 Porque he sido informado acerca de
vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas.
:12 Quiero decir, que cada uno de
vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo.
:13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue
crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?
:14 Doy gracias a Dios de que a ninguno
de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo,
:15 para que ninguno diga que fuisteis
bautizados en mi nombre.
:16 También bauticé a la familia de
Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro.
:17 Pues no me envió Cristo a bautizar,
sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga
vana la cruz de Cristo.
La división existente se debía en mucho a
esta influencia sofista ya que algunos se sentían atraídos por la retorica de
Apolos. Dice la escritura que él era un hombre elocuente y poderoso en las
Escrituras.
Hechos
18:24
Llegó entonces a Efeso un judío llamado Apolos,
natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras.
Por otro lado estaba Pedro el discípulo del
Maestro, el que camino sobre las aguas y por otro Pablo.
En el verso 17 Pablo deja en claro que su
misión no era bautizar a nadie, sino predicar a Cristo y NO CON SABIDURIA de
hombres. Esto como mas adelante lo escribe fue una clara referencia al sofismo
que hacía gala de la buen retorica.
1
Corintios 2:1-5
Así
que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui
con excelencia de palabras o de sabiduría.
:
2 Pues me propuse no saber entre
vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.
:
3 Y estuve entre vosotros con debilidad,
y mucho temor y temblor;
:
4 y ni mi palabra ni mi predicación fue
con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del
Espíritu y de poder,
:
5 para que vuestra fe no esté fundada en
la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Pablo sabía que había un peligro en estos cristianos.
Dejarse llevar por el sofismo o por el poder transformador del Espíritu en la predicación
del evangelio. El día de hoy se recurre a la elocuencia y a la buena retorica
al grado que muchas iglesias mandan a sus diáconos o servidores a tomar cursos
de dicción y ya no digamos a los
pastores que el día de hoy se preocupan más por ser “elocuentes” y hablar más
con un buen discurso que lo que la palabra dice. Parece que en lugar de tener
pastores tenemos “motivadores profesionales” y que en lugar de escuchar el
evangelio escuchamos mensajes de “auto ayuda”, en lugar de recibir consejo de
la Palabra los pastores dan “terapia”. En lugar de llamarse a sí mismos siervos
de Cristo, buscan obtener un título de “Psicología” No nos extraña Pablo le escribe
a Timoteo:
2
Timoteo 4:1-4
Te encarezco delante de Dios y del Señor
Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su
reino,
:2 que prediques la palabra; que instes a tiempo
y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.
:3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la
sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros
conforme a sus propias concupiscencias,
:4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán
a las fábulas.
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