LA ESCORIA DEL MUNDO




Platicando con un amigo sobre su experiencia en el ministerio y como de manera automática cuando decidió cambiar su predicación y su forma de hacer la obra del Ministerio a la que había sido enseñado, inmediatamente  le dejaron de hablar sus compañeros del ministerio, se sentía como un “bicho raro” (palabras literales de él) algo así como un “apestado” alguien que huele mal y que no deseas estar cerca por su misma condición. Incluso, dentro de su propia familia percibía un rechazo. Era algo que simplemente no lo podía creer. ¿Su pecado…? Decidió predicar la Palabra de Dios tal y como está escrita. Ese fue su pecado. Fue convencido por el Espíritu Santo de que   había estado predicando una verdad a medias, que lo que había estado haciendo no era lo que Dios esperaba de él como ministro y que estaba en el error.  
Y precisamente al escuchar esto recordé lo que el apóstol Pablo escribió a los Corintios:


1 Corintios  4:9-13
 Porque según pienso, Dios nos ha exhibido a nosotros los apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte; pues hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres.
:10  Nosotros somos insensatos por amor de Cristo, mas vosotros prudentes en Cristo; nosotros débiles, más vosotros fuertes; vosotros honorables, mas nosotros despreciados.
:11  Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija.
:12  Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos;  nos maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y la soportamos.
:13  Nos difaman, y rogamos; hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos.

Hay muchas cosas que destacar de este texto pero hay 1 que me llama poderosamente la atención. La palabra “ESCORIA”. Y creo que encaja perfectamente con lo que mi amigo estaba experimentando.  


Escoria  “Perikatharma”  esta palabra denotaba las victimas  que se usaban  en un sacrificio, también de los criminales que eran mantenidos a cargo de los fondos públicos, para ser arrojados al mar, o ser ejecutados de otra manera, al desencadenarse plagas, etc. Pero en esta escritura no se refiera a víctimas para un sacrificio sino representa  a «los hombres más abyectos y despreciables» la basura o la hez de la humanidad.¶  el diccionario de la real academia lo define así:
1. f. En las preparaciones líquidas, parte de desperdicio que se deposita en el fondo de las cubas o vasijas. 
2. f. Lo más vil y despreciable de cualquier clase.
3. f. pl. Excrementos.
Lo que pablo está diciendo es cierto y es una realidad. Lo que mi amigo sentía y percibía de sus “compañeros de milicia” y familiares era cierto. Se había convertido en la escoria de los demás. La hez de la humanidad, lo hediondo. Cada ministro del evangelio que decide predicar a Cristo y a este crucificado y que está dispuesto a no comprometer el mensaje de Cristo a pesar de lo que digan los demás (incluyendo amigos del ministerio, familia o congregantes) se volverá en alguien “non grato” para muchos. El mejor ejemplo de todo esto fue el mismo apóstol. Antes de su conversión era respetado y amado por muchos. Pero en el momento en que El Señor lo convierte se vuelve en la ESCORIA. Perseguido, desacreditado, injuriado, menospreciado, etc…si usted está comprometido con El  Señor (independientemente de que sea un ministro o no)  sabe de lo que estoy hablando. El mundo te aplaudirá, te cargara y te dará hurras. Pero en el momento en que decides predicar y vivir de una manera diferente sin ningún compromiso con el mundo te volverás en ESCORIA. Dejaras de ser esa persona agradable, ya no te invitaran tanto a sus reuniones, dejaras de ser requerido y si por alguna razón te invitan serás  visto como un “bicho raro”. A nadie le interesara tus comentarios. Eso es exactamente lo que somos ESCORIA para el mundo. El desecho. Esta es una buena señal, es un buen síntoma. No confundamos esto con ser un “legalista”. De ninguna manera. Hay una gran diferencia. Todo verdadero hijo de Dios entiende la diferencia.   
Si esto puede servir de consuelo para alguien me daré por satisfecho. El Señor lo dijo de la siguiente manera:

Juan 15:18
  Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros.
:19  Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.
:20  Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.





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